
En condiciones infrahumanas, nada saludables y sin contar con agua potable; sobreviven unas 300 personas que hace casi 11 años los vientos y las lluvias del huracán George arrasaron sus casas.
Una de las afectada es Cecilia Castro, madre soltera de cinco niños, una de ellas con problemas de salud incurable; vive en uno de los casi apartamentos que fueron iniciados por el fenecido ex presidente Joaquín Balaguer en el 1993 y dice no tener otro lugar a donde ir.
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